Karim Benzema y Kylian Mbappé parecen haber arreglado sus problemas en la concentración con Francia. Los dos jugadores, inseparables en estos meses en los que han coincidido con su selección, se habían mostrado muy fríos tras la traición del jugador del PSG al Real Madrid. La tensión se palpaba en Clairefontaine, pero parece que todo vuelve a la normalidad en el vestuario de la campeona del mundo.
En las primeras imágenes de los entrenamientos de la selección gala se vuelve a ver a los dos juntos. Los gestos de complicidad recuerdan a los que se vieron en los meses anteriores al espaldarazo de Mbappé al conjunto blanco. De nuevo, vuelven a ser inseparables, como antes.
Nada que ver con la cena mostrada por la propia Federación Francesa de Fútbol, en la que Mbappé ni aparecía en el plano de la cena en la que le ovacionaron por la consecución de la Champions League. Entonces se vio un saludo más que frío entre dos jugadores que, desde que comenzasen a coincidir en el equipo de Deschamps en vísperas de la pasada Eurocopa, han cuajado una amistad de lo más fraternal.
Los dos tenían una conversación pendiente, después de lo sucedido en las últimas semanas y parece que han aclarado todo lo ocurrido. La respuesta de Benzema al enterarse de la decisión final de Mbappé, después de conocer de primera mano sus impresiones en estos meses y acercarle al máximo al Real Madrid, fue la de publicar una foto del escudo y otra Tupac, rapero asesinado tras la traición de sus amigos.
Lógicamente, dieron pie a muchas interpretaciones y el parisino entendió que era una respuesta orquestada desde la directiva blanca. Las declaraciones de Mbappé no sentaron nada bien, tampoco en las que prefirió no pronunciarse sobre el rendimiento que estaba dando su compañero de selección a lo largo de la temporada, cuando lo normal en los últimos meses era que se deshiciera en elogios hacia él.
Pero, una vez que se ha producido el esperado reencuentro, todo ha vuelto a la normalidad. Benzema y Mbappé vuelven a mostrarse inseparables en sus entrenamientos con la selección francesa. Ese era el objetivo de Didier Deschamps, que quiso hacer de mediador para que arreglasen todos los asuntos pendientes por el bien del equipo. El seleccionador lo que menos quería era que la renovación del jugador del PSG afectase a la armonía del equipo. Y menos a falta de seis meses para el Mundial.